Desde Priego de Córdoba, en Verdemiel apuestan por la miel cruda (esto es, sin mezclar ni pasteurizar). Una miel que mantiene sus propiedades y beneficios, producida por abejas autóctonas. Fieles a la idea de que con la apicultura sostenible se contribuye a preservar el entorno y garantizarte una miel de sabor intenso y natural.
"Somos Ana y Antonio, una pareja que empezamos hace unos años el proyecto VerdeMiel. Yo Antonio, soy de familia de agricultores “de toda la vida” y en mi casa siempre hubo olivos, cabras, gallinas, colmenas y miel... Después de estudiar ingeniería de montes y hacer un master en agroindustria y tras trabajar en Francia durante varios años, con la impronta rural y la innegable influencia del país galo y por supuesto, la insustituible ayuda de mi mujer “Ana” decido dedicarme por completo a la apicultura y fundo VerdeMiel para quedarme en Andalucía y aprovechar su potencial apícola.
Actualmente estamos ubicados en Priego de Córdoba mi pueblo natal, en el Parque Natural de las Sierras Subbéticas, un entorno natural privilegiado. Sin embargo, aprovechamos con colmenas los recursos florales de Córdoba, Sevilla, Cádiz y Huelva . Esto nos permite aprovechar paisajes naturales muy diversos y ofrecer una variedad de mieles y de otros productos apícolas bastante amplia y con sello 100% andaluz y ecológicos.
La importancia de practicar una apicultura tradicional, pero con los avances actuales, tener una ética, unos valores, no traicionar al producto y por ende al consumidor, no olvidarnos que somos herederos de miles de generaciones que han practicado este noble arte en nuestra tierra, está libre alianza entre hombre e insecto, forman parte de nuestra identidad y convicción."
Las colmenas están situadas en diferentes sierras, bastante próximos entre sí que forman parte del Andévalo Onubense. Los asentamientos están ubicados, por lo general en la parte media-alta de barrancos y lomas pizarrosa con una altitud bastante uniforme (alrededor de 200-300 msnm). Toda la zona es atravesada de norte a sur por el estrecho y encajado valle del Río Tinto. Por su diversidad floral y faunística, así como por sus valores paisajísticos todo este sector ha sido declarado Paisaje Protegido del Río Tinto.
Detalle de uno de los asentamientos
La vegetación de esta zona es el monte mediterráneo residual, con presencia de encinas, alcornoques, y madroños, y un extenso matorral en sus zonas menos arboladas. Sin embargo, en la segunda mitad del siglo pasado se llevaron a cabo plantaciones de eucaliptos que, en ciertas zonas, cambiaron el modelo de ecosistema de estos montes que todavía aparecen en mosaico en todo el paisaje. También aparecen zonas de aspecto adehesado, con tierras más ricas.
Detalle de los alrededores del asentamiento.
Vista desde uno de los asentamiento, los asentamientos estás ubicados en las partes medias-altas de los barrancos y orientados al sur para protegerlos de los fríos vientos del norte.
Su origen proviene de la floraciones de montaña, principalmente de algunos árboles como el alcornoque o la encina, que con la suficiente humedad en los meses de verano, eliminan el exceso de savia rica en azúcares hacia el exterior, segregando unas sustancias azucaradas llamadas mielada o mielato, que son recogidas por las abejas. En esta miel las abejas también recolectan el néctar de todas las flores silvestres que se han producido en estas aéreas durante el resto del año.
Esta miel no es tan dulce como las mieles que tienen solo origen floral, pero tienen un sabor más fuerte y son de color más oscuro y denso.
En boca esta miel crea sensaciones leñosas y suaves, con notas de regaliz o menta. Dulce, con claras notas saladas, lo que evita que sea empalagosa. En el retronasal aumenta la intensidad y persistencia del malteado.
Esta miel tiene menos tendencia a cristalizar debido a su mayor contenido en fructosa con respecto a otras mieles. Adquiere tonos marrones cuando cristaliza. El color oscuro se lo proporcionan a esta miel sustancias minerales en muy pequeñas cantidades como manganeso, zinc, hierro o cobre.
La miel procede de diferentes asentamientos localizados en los alrededores de “Parque Natural de La Sierra de Aracena y Picos de Aroche” (Huelva).
La flora en esta zona es típicamente mediterránea, el bosque mediterráneo típico de la zona representado por los encinares (Quercus ilex) y alcornocales (Quercus suber), arboledas con más de 3 metros de altura. Pero el estrato arbóreo suele estar acompañado de un matorral arbustivo, particularmente se observa una transformación de los primitivos bosques mediterráneos en dehesas. El denominado encinar adehesado o hueco se basa en guardar un cierto espacio entre árbol y árbol con el fin de permitir los pastos para la ganadería (y también aprovechados por las abejas). Así, la desaparición de algunas encinas con las que contaba en un principio hacen que la vegetación predominante sea la propia de dehesas, con un condominio de encinas y alcornoques que ocupa la mayor superficie del área en cuestión y otro tercio ocupado por matorrales entre los que destaca, la jara, el jaguarzo, la retama, la charneca, la aulaga, el torvisco, el lentisco, el tomillo, el romero, y el palmito. Tras las lluvias invernales, los renuevos de vainas y hojas y una explosiva floración multicolor, dan un vuelco a la fisonomía del paisaje, que no durará mucho, pues antes de finales de Mayo se habrá producido el agostamiento, a partir de este momento la abeja empezara a aprovechar las secreciones de las encinas y el alcornoque “mielato”.
Detalle de uno de los asentamientos
Entre las especies más importantes que podemos encontrar entre el matorral mediterráneo se encuentra la jara, el jaguarzo, el romero, el lentisco, el madroño, la charneca, la aulaga, la retama y algunas otras en menor proporción.
En rasgos generales se trata de tierras ricas en, por lo que estas mieles destacan por que las abejas han aprovechado principalmente las floraciones de los abundantes pastizales de Margaritas “varias spp” y Argamula “Echium plantagineum” y algunos arbustos como romero “Rosmarinus oficinales”, Lavanda silvestre “Lavandula stoechas” y Tomillo salcero “Thymus masticina”, Tojo y Aulaga. No obstante y como hemos dicho anteriormente, el mielato de los arboles es el rasgo más particular de estas mieles.
El clima ha sido muy particular, un otoño excaso en lluvias, pero con días claros que permitieron aprovechar las floraciones de Eucalipto, Madroño y Brezo a las abejas, seguido de un invierno muy duro que apenas permitió salir a las abejas de su colmena, para culminar con una primavera intensa y con muy altas temperaturas que no permitió que las flores permanecieran sin secarse durante mucho tiempo y que obligo a as abejas a apresurarse en la recolección del néctar.
Producida en asentamientos están ubicados próximos a cultivos de naranjo en producción ecológica en Huelva, los campos de naranjo limitan con bosques mediterráneos naturales en los que se alternan una vegetación muy variada, de hecho las colmenas están situadas en el límite entre los cultivos de naranjo y el bosque Mediterráneo. Los arboles predominantes son el Pino piñonero “Pinus pinea” y el alcornoque “Quercus suber” un árbol típico de la dehesa mediterránea, cuya corteza produce el corcho de los para tapar la botellas de los mejores vinos europeos. Entre los arbustos predominantes en la zona destacan dos especies de Brezo diferentes, una “Erica australis” (es un endemismo ibérico–magrebí) y “ Erica andevalensis”, esta última es un endemismo que solo se encuentra en esta zona (Márgenes del Río Tinto de la provincia de Huelva), se trata de una especie singular de brezo de pequeño tamaño que florece a partir de Mayo, floración posterior al brezo y que aprovechan las abejas para alimentarse durante el verano.
Detalle de los cultivos de naranjo desde el camino.
Detalle de los alrededores de uno de los asentamientos (Brezales y pinos)
Las abejas por lo general comienzan aprovechando la floración de brezo rubio (Erica australis) desde el mes de octubre para néctar, posteriormente Cistus ladanifer y Erica arbórea para polén, aunque en menor cantidad el segundo, la mayoría del néctar que la abeja aporta a la colmena proviene de Erica australis, aunque siempre aparecen trazas de los otros Brezos. Erica andevalensis y Erica arbórea que han sido aprovechados solo parcialmente por las abejas.
El polen proveniente de Cistus ladanifer es el principal aporte proteico y de alimento para las crías de abeja. Sin embargo, aunque el año ha sido excepcional en polen, las temperaturas muy variables; muy frías en invierno y muy cálidas desde los primeros días de primavera han impedido que se aprovechara en abundancia el néctar de la flor (Erica spp), en general y en todos los aspectos ha sido un mal año para la producción de miel.
Detalle de un panal completo de miel de azahar en el que destacan las trazas de miel más oscuras procedentes de brezo
La explosión de flores de azahar desde el inicio de la primavera, las abejas pudieron trabajar prácticamente durante todo el mes de abril y mayo. Las colmenas produjeron una miel de flor de naranjo junto flor de brezo. Podemos concretar que la miel que han producido estas colmenas está formada principalmente por néctar de la flor del naranjo (70-80%) con la particularidad de poseer un complemento importante de miel de Brezos (20-30%).
MIEL ECOLÓGICA CRUDA PRIMAVERA 375G.
MIEL ECOLÓGICA CRUDA PRADERA 375G.
MIEL ECOLÓGICA CRUDA MONTAÑA 375G.
MIEL ECOLÓGICA CRUDA LAVANDA 375G.
MIEL ECOLÓGICA CRUDA AZAHAR 375G.
MIEL ECOLÓGICA CRUDA PRIMAVERA 800G.
MIEL ECOLÓGICA CRUDA MONTAÑA 800G.